Sin embargo, puesto que la gente mala como el demonio existe, y existen los mentirosos y rastreros, los seres consentidos por otros seres interesados, las aves de rapiña oscuras y maquiavvélicas, os paso un poema que alguien me envió a finales del siglo pasado, como en 1998:

¡Aquí estoy!
¡Soy malo y asqueroso!
¿No me crees?
Dime que te encuentras mal,
que yo te daré una buena tunda
para que te encuentres peor.
Confiésame un secreto
que se lo contaré
hasta al hijo de la portera
de al lado.
Hazme un favor,
que verás cómo te lo pago:
con dinero de Monopoly.
Aunque no lo creas,
convenceré a todos
de que soy muy bueno:
soy un angelito, y no Ángel Nieto.
Agáchate a por una monedita
que te levantaré la falda
el día que no lleves ropa interior.
Caaaa! Caaaa!
Sobrevuelo el firmamento
buscando víctimas.
Una voz lejana:
¡ojalá te estrelles,
pájaro del cuerno!
Qué maldad, me muero de miedo. Te entiendo perfectamente, cada vez que paso por la pescadería el pescadero me dice: "mira el besuguito chata, ¿No te parece que tiene buena cara? Y yo me acuerdo de Tommy, mi pececito rojo que murió de indigestión por culpa de mi vecino Oscar. Claro que Oscar tuvo su merecido, le detuvieron por dar de comer a las palomas el mes pasado.
ResponderEliminarTem Blorosa
Tem Blorosa,
ResponderEliminarciertamente lo del besugo suena despechado, como un día en que, haciéndome la pedicura, la esteticiène me insinuó que me arrancara un padrastro que llevaba ahí años. ¿Qué tenía ella contra eso? ¿Alguien visualiza, como yo, la mezquindad de su propuesta?
Fanta Siossa
Es increíble que exista gente así. Ya lo decía el bedel de mi instituto: pasa pa'dentro, que te van a suspender.
ResponderEliminarSoy Gosío de Montpellieg.
ResponderEliminarYo tb me he topado con cgetinos malvados, pego opino que siempge hay un modo de dejagles en guidículo. Cada segdo tiene un sanmagtín, o eso al menos disen aquí hombges con boina y mayogues de 60 anios, pego en Fgansés.
Echo de menos a mi peguita, Guisitas, ¡guau!, pgonto estagué contigo!