"Espinete, ¿te vienes a la panadería de Chema?"
Don Pimpón, 1985


12/09/2015

BRUNCH EN LA ALCOBA DE PILI GROSSA



Desde que ardió su ebanistería, Pili Grossa se embarcó en un proyecto de decoración como ebanista, y todo han sido éxitos. Ver algunos cafés de la ciudad decorados íntegramente de mimbre me llena de admiración. Su última creación ha sido su nuevo piso en el centro. No preguntéis cómo, pero hasta la ducha y el inodoro son de cestería. 
Uno de los chicos de los
pósters de Pili Grossa, con
un tanga de cestería elaborado
por ella
Aparecí allí el lunes pasado con los niños a los que cuido para pagar los gastos de mi buhardilla. Los dos renacuajos llegaron y comenzaron a enredar. Pili me advirtió que tendría que mantenerles a raya, porque algunas habitaciones estaban hechas de una sola pieza, y si tiraban de una tira de mimbre de, por ejemplo el armario, podían deshacerse paredes, suelo, cama y hasta lámpara de noche. Decidimos dejarles un móvil y no volvieron a molestarnos. Nosotras comimos en la alcoba, que es el nuevo despacho de Pili. Me fijé en que tenía varios pósters de tipos desnudos y me explicó que está haciendo un curso de pintura al natural “es lo más parecido que he encontrado a un modelo real” me explicó. 
Le pregunté si lo suyo con Ken Lafollé había terminado, y me dijo que sí. Que ahora a él le ha dado por la comida macrobiótica y está más interesado en el origen de las castañas pilongas que en el depilado brasileño de Pili. 
“Hay que ver, prima” le dije, “las vueltas que da la vida, creí que envejeceríais juntos”. “No tantas. Al fin y al cabo sigo rodeada de mimbre y hombres interesantes y tú sigues en esa buhardilla, soltera y haciendo trabajos rarísimos”. Miré a los hombres interesantes a los que se refería (las fotos de tíos en pelotas de su armario) y le di la razón, aunque por supuesto, sin estar 100% de acuerdo. Como no me vio muy convencida, sacó una foto de las dos cuando teníamos 7 años el día en que disfrazamos de Cindy Lauper a Conchi, la perra de nuestra abuela. “¿Ves? Estamos igualitas”. Pili Grossa siempre ha sido exageradamente positiva, así que le di la razón again, cogí a los niños con principios ya de epilepsia, y me largué con viento fresco. De camino a casa, les dije contagiada de optimismo: “soy como vuestra hermanita mayor”. “No lo flipes, Mina”, me dijo el de 11 años, “pareces más la hermana de mi abuela”. 
No tengo más que añadir.

12/01/2015

SILENCIOSO CUMPLEAÑOS

Sigo poniendo orden en mi buhardilla exterior, archivando todos los papelotes de mi pasado, lúdicos y profesionales. He encontrado esta perla, este poema feroz que escribí en mi cumpleaños de los 23 (hace sólo tres años), cuando trabajaba en aquella oficina apestosa pero con un buen porcentaje de gente guay:


SILENCIOSO CUMPLEAÑOS

Quise mantenerlo en secreto
ante toda la oficina,
ya que el año anterior
las orejas escocidas
de tanto tirón
¡Ay, ayyyyy!
gritaba con todas mis fuerzas,
pero no me oían
aunque la que me quedaba sorda a tirones era yo.

Cumpleaños feliz
      me susurró el jefe
              mientras pasaba
  chasqueando los deditos
en dirección al baño.

Gracias
quise decirle esta vez,
pero él ya estaba fuera de mi alcance
Esperé
     y esperé
         y esperé
                   …
                      …
                         …
Hasta que media hora más tarde
y con el periódico 
bien doblado 
bajo la axila
Mi antiguo jefe,
el día en que quiso felicitarme
salió el jefe
del aseo de caballeros

Gracias
repetí
esta vez ante él.
Y él
quiso extenderme la mano
para felicitarme con honores.
Entonces
no pude contenerme:

LA MANO DESPUÉS DE ESTAR MEDIA HORA CAGANDO NO TE LA DOY

Y con esta frase
gloriosa,
directa,
atrevida,
le dejé
          rojo como un tomate
                    ante toda la oficina


Imagino que sabréis lo que vino después. Hice mi cajita de recuerdos y salí de allí en busca de un nuevo trabajo. Lo mejor que me ha pasado nuca.

11/04/2015

COMIDAS DE OFICINA


Ayer me llamó una antigua compañera de trabajo, de cuando jugué a ser oficinista por un tiempo. Me comentó que les habían quitado la hora de la comida debido al volumen de trabajo. Ya ni comer pueden. Recordé mentalmente lo importante que venía a ser nuestra hora de comida por aquel entonces, os hago un croquis:
  • 14,30 hrs: miradas en la oficina haciéndonos conscientes las unas a las otras de que ya es hora de ir a comer, y de que tenemos hambre.

  • 14,35 horas: Paseo por las aceras del barrio a velocidad media-alta, cigarrillo en boca, risas, comentarios picantes, flirteo con los obreros de la zona. 

  • 14,37 hrs: llegada al lugar. Pequeña parada ante el menú de la puerta mientras se finiquitan los cigarrillos.

  • 14.38 hrs: entrada triunfal en el pub irlandés. Apreciación de miradas de los camareros extranjeros, que babean a nuestro paso.

  • 14,40 hrs:  Orden del menú.

  • 14,41-14,55: charlas, risas, concurso de muecas, mantequilla e irish bread, filosofía metafísica. Gran sorpresa estelar: R. cantará a capella y a media voz un tema de Melody.

  • 14,55 hrs: aparece la comida y vamos a destajo. Comentarios sobre qué está más rico. Debate: ¿gambas con gabardina o soufflé de sardina?

  • 15,15 hrs: orden del postre.  Estallido poético: lectura de varios poemas irracionales, mejor si son de cosecha propia, si no, de Bukowski o de PJ Harvey, que para el caso son lo mismo.

  • 15,20: Llegan los postres. Juego de enseñar los dientes marrones de chocolate, quien se ría pierde.

  • 15,30: Sopor y aturdimiento. Risa floja. Blasfemias, barbaridades, renegamos de volver al trabajo, imaginamos cosas ridículas sobre la oficina como por ejemplo que todo el mundo fuese desnudo y que los tíos empleen la salchicha para poner en marcha la impresora. Risa floja con riesgo de atragantamiento.

  • 15,40 hrs: seguimos esperando la cuenta. No nos importa la tardanza.

  • Uno de los obreros que solían
    mirarnos al pasar, concentrado en
    no dejar caer media docena
    de huevos recién comprada
  • 15,45 hrs: pago y vuelta al curro por las aceras del barrio a velocidad muy baja, renegando del trabajo, cigarrillo en boca, risas histéricas, ni fijarse en los obreros de la zona. 
Imagino que muchos de vosotros reconocéis una parte o el todo de esta hora de comer. Aunque ha pasado el tiempo (mucho antes de trabajar en la carbonizada clínica de pies) lo recuerdo con cariño, excepto el día en que los antidisturbios nos confundieron con pandilleras consumidoras de LSD a la salida del pub.

Espero que cada cual tengáis momentos tan tiernos como este en el trabajo. 


10/19/2015

Confesión poética


Recientemente me he inscrito en un centro de voluntariado municipal donde estoy impartiendo un cursillo "la confesión a través del poema espontáneo". Una pareja se ha lucido, ella es vendedora de bolsos en el rastro, y él rejonero. Os dejo una hermosa carta-poema que ella le dedicó a él este sábado en clase, la noche antes de perderse en el rastro y desaparecer para siempre:

Querido Adam (Adamasio)

Me encantas de día,
pero sobretodo
de noche con la luz apagada.
De ese modo
puedo imaginar que eres otro,
Bolso gallináceo, en el que se cree
que huyó la autora del poema.
Fue comprado por la mismísima Tina
Turner, que estaba de turista por Madrid.
de ese modo
puedo soñar que Brad Pitt
es quien ronca a mi lado
y no me toca un pelo
desde hace siglos…

Adam de mi alma,
rejonero mío
ni el toro ni la vaca
te hacen daño
pero a mí sí me lastima
tu vestimenta
a lo Bertín Osborne;
cuando lo veo,
daría el suelto de mi monedero
por caber en uno de mis bolsos
artesanales,
y por el arte
de Bilry-Birloque
desaparecer dentro

Adam, querido,
quiero ser sincera
como una vela
consumida (sin-cera)
y decirte a la cara
que te tengo cariño
pero no me pones
nada
nada
ada
dada
dubi
dubá


Analía J. Rimsey

9/22/2015

El rapto de Mina 2

Nunca sigo los consejos del panadero del barrio, que siempre me dice que vaya con la boca cerrada por si me entran moscas. Esta vez tuvo razón. Algo me entró por la boca cuando estaba a punto de llegar a una entrevista para una tienda de encurtidos orgánicos (la clínica podológica explotó, os contaré la historia en otro post). Noté enseguida que lo que creí que era un bicho, se me colaba por la garganta, y a partir de ahí no recuerdo más. Lo siguiente fue despertar en una horrible sala de estar, decorada con reproducciones a láser de cuadros conocidos, como la Gioconda, junto a otros desconocidos, como un retrato de Emilio Aragón. 
Cuadro de impresora láser sobre
canvas de plástico de Eugenio,
 colgado junto a un retrato del Greco. 
Aquello me azotó los sentidos y se mezcló con el temor de no saber dónde estaba ni por qué llevaba un albornoz de 1983, zapatillas de peluche con cara de San Bernardo, o que mis manos estuviesen amarradas detrás de la silla en que me habían sentado. 
"¡Mami!" grité, por si alguno de mis hermanos se estaba vengando por rencillas de la infancia. 
Comenzó a sonar la banda sonora de Grease estilo megamix, algo que quienes me conocen saben que me cabrea. 
Pensé en aquel barquillero al que le lancé la ruletita por los aires hace años. ¿Habría conseguido localizarme? También me vinieron a la cabeza un par de ex novios a los que tuve que rechazar porque querían hijos míos. A continuación aparecieron Ana Obregón y Belén Esteban y se pusieron a jugar a Miliquitubi delante mío, desafinando a tope. Y como guinda, ¡un mimo hacía el numerito de "atrapado en el cristal"!
A punto de sufrir un colapso nervioso, volví a mirar las paredes tratando de encontrar alivio para mis ojos. Esta vez me fijé en las Tres Gracias de Rubens junto a un retrato de Jorge Javier Vázquez en un paraje similar, pero desnudo y acuclillado haciendo la rana.
Sólo había dos posibilidades que se me ocurrían: o un grupo de artistas dadaístas trataba de hacer un collage con mi cerebro reventado, o Gavilán había vuelto a la carga.
"Loreto Tinoco" dije, "sé que estás ahí y que has sobrepasado la edad de jubilación". Entonces, unas manos como pasas de California me acercaron desde atrás un trapito con olor...
Desperté en casa, aún con el albornoz, las zapatillas de peluche y una nota escrita en un lienzo al óleo: "HABRA MAS". Gavilán sabe dónde vivo, conoce este blog, sabe de mi éxito como humorista de alterne, y no lo soporta. 
Identifícate Gavi, ¡hablemos!
Por cierto, la entrevista me la repiten mañana...

9/08/2015

ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES

Una tal Epifania, vecina del barrio sesentona y algo lunática, me habló el otro día de una intérprete de animales con la que podríamos probar una sesión. "¿Una intérprete animal?" le dije, tratando de esquivarla a la salida del ascensor, "¿para qué?, ¡si soy alérgica!" "No tienes ni idea" me dijo rascándose la cabeza "he conseguido que el nieto de una amiga me pegue los piojos" soltó, como si aquello diese sentido a su propuesta. Mi careto seguía confundido. "¡Ellos podrán decirle a la intérprete qué demonios tengo en la cabeza! ¡Debo encontrarme a mí misma!" Era el colmo de la estupidez, pero sobretodo de la ingenuidad. "¿Estás de coña?" Tan de coña que me convenció para contagiarme los bichos y preparar los 50 euros para ver qué sabían de nosotras.
La intérprete era una chica modernaca a tope. Nos pidió que nos sacásemos un piojo cada una y los guardó en una pequeña urna de cristal con toque oriental. Luego colocó el piojo de mi vecina en un cristalito y lo puso en el microscopio. "Debo mirarles directamente a los ojos para comunicarme con ellos" nos dijo. "Pero qué coj..." empecé a decir al tiempo que Epifania me tapaba la boca. "Calla y espera. Ya en tu turno te quejas, magencia".
El piojo que chivó las
intimidades de Epifania
Después de veinte minutos en silencio viendo a la modernaza mirar por el micro como si fuese una científica poseída, ésta cogió una hoja y escribió como en trance muchas cosas. Dobló el papel, se lo dio a Epifania y le cobró los 50 pavos. "Ahora el tuyo" dijo. "Wait. Quiero ver lo que me espera" atajé. Desdoblé el papel de mi vecina antes de que ninguna de las dos pudiera intervenir y leí en alto:
"ESTA MUJER TIENE LA SANGRE VIEJUNA Y ALGO ESPESA. SE PASA LA VIDA PENSANDO EN QUE MODELO DE CONSOLADOR VA A PEDIRSE POR REYES Y..."
Epi me quitó el papel de inmediato. Nos quedamos sin habla, y la intérprete como diciendo "¿ves como funciona?" Pero Epi se puso el bolso hippi, como si no fuese con ella, y me dijo "vaya timo. Sólo ha conseguido sonsacarle un episodio de mi pasado al piojo de los cuyons. No me cansaré de hacer cursillos hasta saber exactamente quién soy". Eso me dio qué pensar. Gente desesperada por encontrar actividades originales a las que apuntarse, a cualquier precio. Aunque se ve que algo -algo- le había sonsacado la intérprete al piojo.

6/22/2015

VUELVE DAMIAN EL VASCO


Ya os hablé de Damián, el Vasco, hace varios años en el poema del hombre apaleado. Cumplía cuarenta y cinco y ahora ya ronda los 50, y sigue manteniendo un gran parecido físico con Sergio Dalma.

Lo que ha hecho Damián el Vasco alias Cuñaaaaaooooo, este fin de semana, ha sido una de esas travesuras con las que todo hombre sueña, y que desempeña como si no hubiera un mañana: escaquearse de los quehaceres familiares, del colecho conyugal, de los partidos del nene…. Para irse un fin de semana entero con sus amigos pasados de fecha y hacerse un torneo de pádel, camisetas equipo-peña y algunas otras atrocidades carrociles propias de la edad.

El de la tienda de ultramarinos,
sobrino de la Jacoba, quiso hacer
también una exhibición de sus
habilidades, dejando a los del
padel muy desanimados.
Llegaron a Talamanca de los Motriles el viernes, y les cayeron 40 grados a la sombra. El hotel con spa que habían comprado en gruponzon.com  resultó ser la casa de la tía Jacoba, tal cual, sita en el centro del pueblo, con literas de campamento y un redil para la burra. ¿Habéis traído los sacos de dormir? Les preguntó la señora, que llevaba una pañoleta negra en la cabeza, pero que sabía manejar el whatsapp. La pesadilla continuó cuando las pistas de pádel eran, sencillamente, el aparcamiento del ultramarinos, donde les esperaban los tres únicos niños del pueblo, y los dos únicos adolescentes, éstos últimos siameses, con pancartas que decían “que gane equipo 1” los unos, y “que gane equipo 2” los otros. Además, el resto del pueblo descansaba en sillas plegables bajo una sombrilla de Amstel que les había dejado Ovidio, el del bar. Las posibilidades de huir sin ser presos de garrotazos eran tan pocas, que se pusieron a jugar con las camisetas equipo-peña, que llevaban la silueta de una tía en pelotas, y los más ancianos estaban encantados.

Aquello terminó como el rosario de la aurora: Damián el Vasco y dos más (de los seis que iban) en las urgencias más cercanas, a unos 60 km del pueblo, por deshidratación, falta de riego y, como indicó el doctor de la comarca en el informe: “indicios de vergüenza suma y desilusión máxima”. También añadió de viva voz para la radio local “creo que estos individuos habían puesto demasiadas esperanzas en un fin de semana, y siento decir que la realidad es la realidad, y esto no es Marbella”.

A la ratona de los rizos (como llaman en el barrio a la esposa de Damián, por su tacañismo y su melena imposible) no le hacía gracia que yo lo contara, pero hay que dar cuenta de lo que los cuarentones se empeñan en hacer en ciertos momentos de crisis de identidad, para que no les pase como a Julito Iglesias, que tropezó dos veces con la misma piedra(subidubá), aunque mal, mal, a él no le ha ido.

6/10/2015

CARTELERA CULTURAL: CALORSICO


Título: FRIO Y CALORSICO, QUIEN SE ACLARA
Género: Cine experimental sin guión y sin actores profesionales. Las situaciones y todo son orgánicos. Grabado a escondidas de los protagonistas, que no saben que son grabados.
Duración: Cerca de tres horas. Imposible de seguir
Director: Bjork (no es la cantante, sólo alguien que se llama igual, pero sin diéresis)
Actores:  Las gentes de un pueblo del levante del que la directora no quiere revelar el nombre. Con la colaboración especial de Jordi Hurtado haciendo de él mismo en cifras y letras en la televisión de fondo del chiringuito de la playa (él ignora esta colaboración).
Crítica: Hubo un tiroteo al final del estreno. Se ruega a la audiencia que sea realmente culta o friki para aguantar el reto que presenta su visualización. 

En un pueblo de la region levantina, a 20 de mayo no han pasado de quince grados. Sus habitantes han tenido un invierno fresco que quieren que termine, y por ello los primeros 25 minutos de la película no dejan de hacer comentarios del estilo siguiente: "Pues vaya racha", "hasta el 40 de mayo ya se sabe..." "a ver si viene el calorsico, que tengo los pies helaos","este frío no lo había hecho nunca",  "así no se pué seguir", "no ha venío ni un turista" "se me van a quemar las pelotas (en la olla)" etc.  

Perro levantino el día  que
por sorpresa comenzó el caloret
Cuando el espectador no ha parado de oír estupideces sobre lo mismo una y otra vez durante media hora, y desea suicidarse, el milagro se produce: una mañana se levanta fresca pero el día se calienta y llegan a 40 grados en el pueblo. Los habitantes del pueblo costero se van todos a por el bañador y bajan a la playa, se bañan, juegan... pero la siguiente escena es a las 6 de la tarde, en que el calor sigue ahí, todos se han quemado como cigalas a la brasa, las olas del mar proporcionan un sonido de fondo que aturde y el espectador se siente casi tan mareado como ellos, comenzando a escuchar los siguientes comentarios: "su p. madre" "cagüen ----" "vendo agua fresquica, tres euricos la botellica de 50 cl", "vámonos al chino, que tienen el aire puesto",  "ya están aquí todos esos alemanes", "vamos a urgencias, que tengo quemaduras de primer grado", "no me tengo, Elisa, no me tengo en pie", "este calor nunca lo había hecho antes", "cenamos gazpachico?"... Las frases se intercalan unas con otras, de la boca de viejos, jóvenes, turistas, vendedores de limonada, mecánicos, cada comentario es más estúpido, más tópico, más mundano, el espectador está a punto de partirle la cara al acomodador y exigir su dinero de vuelta, pero entonces, llega la gota final. La pantalla se funde en negro, y aparecen unas palabras a ordenador:   
12 DE SEPTIEMBRE
Se oye el sonido de una tormenta. Aparecen las gentes acaloradas en medio del pueblo, hartas de calor, y al ruido del trueno, cae lluvia, y corren a refugiarse, soltando todo tipo de comentarios, que ya acompañan a los créditos (la escena de los comentarios en la playa dura dos horas 13 minutos): "por fin llega ya el otoño", "bien que hacía falta", "no me lo esperaba, esto nunca había pasado en septiembre", "pues a ver qué hacemos ahora", "fresco si, pero lluvia...", "nadie quería esto", "menuda mierda de invierno nos espera, "se acabó lo que se daba", "chim pún"... 

5/05/2015

NOTICIA DE ACTUALIDAD ALGO CURSI

Ayer una mujer llena de callos se dejó en la clínica podológica la revista "Cu-cú", de origen francés. Os transcribo una noticia que me alegró el día, aunque no acabo de tragármelo, por lo inverosímil de su contenido:

Noticia de actualidad
Una mujer mayor de 29 años encuentra trabajo y pareja estable en Barcelona.

A.M., muy conocida en la calle donde vivía y por sus familiares más allegados, tenía un trabajo detestable y parejas cambiantes y con el "mal del compromiso", hasta que el mes pasado decidió irse a vivir a la Ciudad Condal. Avisó a sus caseros de que dejaba su piso en la capital y se deshizo de sus dos únicas pertenencias: un órgano Casio gigantesco y la película Rain Man.
A.M., en una levitación espontánea
de paseo por el campo

Lo increíble de su historia no fue encontrar una vivienda hecha a medida y con terraza por un precio razonable, ni siquiera un trabajo, sino dar con un tipo mayor de 30 años totalmente normal que recuerda su nombre y le reconoce a la cara que se muere por sus huesos. "Estoy que no me lo creo" declaró A.M., castaña de nacimiento, "ni el Rúben, ni el Mario, ni el Míguel hubieran sabido decir de qué color tengo el pelo". Además, asegura que de vez en cuando, dada la alegría, levita cuando anda por la calle.

Después de leer esta historia surrealista, bajé la vista y encontré la sección de "cartas al director", donde figuraba la siguiente perla:

Estimado Moisés (la directora de la revista se llama Tania Puente, por lo que no entiendo lo de Moisés): llevo varios años buscando el origen etimológico y también el lógico del nombre DÁMASO. No he oído cosa más tonta que ese nombre. Atte, Ciriaco Herranz.

4/09/2015

CARTELERA CULTURAL: Alfreda, una persona grandilocuente

Título: Alfreda, una persona grandilocuente
Género: pedante
Director: Un concursante de Operación Triunfo del 2002  que no quiere desvelar su identidad. O lo que es lo mismo: anónimo.
Duración: Misa y media
Actores: Mily NIeto, Millán Salcedo, Ramón María del Valle Inclán (no el escritor, si no otro).
Actores secundarios: Jordi hurtado y José Coronado

Alfreda, la mujer de un cerrajero, lleva una vida estresada entre su trabajo en una ferretería, los horarios de su marido, y la música de acordeón de una señora que toca debajo de su casa a todas horas.

Un día, por accidente, a Alfreda se le cae una maceta de la ventana y la acordeonista gaditana fallece al instante. Alfreda se lleva un gran disgusto, a pesar de que por otro lado, supone un alivio. Ante el temor de que le acusen de asesinato con premeditación, y habiendo odiado su nombre de toda la vida, Alfreda hace un hatillo con una sábana de franela y un selfiestick y se marcha a vivir a Soria. Allí comienza una nueva vida como mujer soltera, atractiva, que no sabe nada de productos de ferretería, y bajo el seductor nombre de Marianela.
Durante casi toda la película la nueva Alfreda se reinventa y vive feliz sirviendo tés en un café del centro durante las mañanas y participando en tertulias culturales por las tardes, donde utiliza lenguajes pedantes y grandilocuentes con los que nunca antes se había atrevido. Los problemas comienzan cuando su nueva amiga soriana le cotillea el DNI en un despiste y descubre que el nombre Alfreda existe, y que le corresponde a la pedante de su amiga. No tarda en encontrar al marido cerrajero ni en enterarse del asesinato que Marianela lleva a cuestas.

El Cerrajero en el momento
de caerle la maceta, cuando aún
no es muy consciente de que
el pobre ha muerto
La película llega a su clímax cuando el marido le ruega que vuelva de rodillas, gritando su nombre desde debajo de su ventana, y mostrándole un papel del juez en el que se sentencia que la maceta cayó por accidente y que no irá a prisión.  Entonces Alfreda, con su nuevo lenguaje grandilocuente, le contesta a gritos: “¡no tengo intención alguna, querido cónyuge, de volver a tu lado a pesar de que me hayan declarado inocente!” y añade “¡olvídate de Alfreda, porque esta que te habla desde lo alto es Marianela, como la de Galdós!”. Entonces, en un descuido, Alfreda le da un codazo a una maceta llena de piedras de río y el cerrajero muere en el acto.

Crítica:
“Es una película alegre y atroz al mismo tiempo, simplona y grandilocuente, como su propio nombre indica”  Leticia Sabater.

“Una pedantería del siglo XXI”  The Villaverde Post.

“El gran milagro de la película es que hayan conseguido que los personajes no se rían al decir el nombre de la protagonista: Alfreda” Kati Muñoz, Diario Espejito Espejito

“Antes me como un churrasco con veneno que tragarme de nuevo las escenas de la pedante Marianela en las tertulias de la sobremesa soriana.Eso lleva más de la mitad de la película.” Quino Fénix


2/26/2015

CARTELERA CULTURAL: Amistad y podología

Recientemente escribí un relato basado en un acontecimiento de mi vida. Unos productores sin un duro realizaron un corto, y aquí os dejo la reseña:

Título: Amistad y podología (inspirada en Amor y Pedagogía, de Unamuno)
Género: Drama intelectual con olor a pies
Duración: corto de tan sólo 95 minutos.
Director: Criança Delgado
Actores: Katia Escobedo, Miasma Traspiés, Acatúm Tulara. Con la colaboración especial de Jordi Hurtado haciendo de conductor de grúa.
Crítica: asegurada

Adela Malón en los brazos de 
un portero de finca que la rescata 
de la grúa, en la segunda parte del 
film, que se estrenará en el año 2019.
En una mañana de abril Katia, estetiSIÉN de pies, descubre bajo la lluvia, fuera del local, a una mujer bajo un paraguas. Adela Malón se presenta y le dice “no soy Mary Poppins, ¿puedes abrirme? “ y añade “busco empleo”. Katia se aparta mientras Adela accede al local sin esperar respuesta y sacude el paraguas y su propio cuerpo hasta dejar las paredes y a la propia Katia como una sopa. Se puede leer en el rostro de las protagonistas un diálogo de miradas tal que así: “no sabes dónde te estás metiendo”, “lo sé, este lugar es un antro”, “lo peor no es eso, sino los quesos de los vecinos del barrio”, “no importa, necesito perras”, “allá tú, sólo te lo advierto, soy escritora y mírame”, “por favor, dirijámonos la palabra ya, no soporto los diálogos telepáticos”, “ok, tienes unos ojos preciosos”. Katia mira hacia la puerta y descubre una silueta conocida, entonces, le ruega a Adela: “están a punto de entrar los pies más asquerosos de todo el barrio. ¡Huye!” Pero Adela se adelanta, le quita el abrigo de peluche a la clienta, los botines, y procede a serrarle los callos. A partir de ese momento, Adela inunda de alegría y psicodelia el negocio. Come lonchas de pavo a horas tempranas, silba incesantemente canciones de Jethro Tull, da palique a los clientes más insoportables, despedaza a los concursantes de MasterChef y llora súbitamente en momentos felices. 
Tres días más tarde de embaucar a sus compañeras, el aire podrido de la avería de una alcantarilla próxima le recuerda a Adela que debe irse “esto no era para mí. Soy ingeniero de teleco.” Sus compañeras, la mayoría doctoradas en Estados Unidos, entienden enseguida. La frase última desgarra las emociones: “No te olvides esto” le dice Katia entregándole el paraguas de cerdos rockeros con el que llegó. Adela se aleja, abre el paraguas, y este se engancha a una grúa por accidente, quedando la protagonista colgada y pataleando con un vestido muy corto, a más de 6 metros de altura.