–¡Pim! ¡Pam!¡Pum!
–¿Qué es eso?
–Nada, la puerta del baño.
No te hagas ilusiones,
que la que no suena
es la de la calle.
–Mecachis...
–¡Siempre la misma palabra!
¿No podrías soltarme un taco?
–No me pidas eso,
estudié en los Agustinos...
TELÓN
–Ras, ras, ras
–Y ahora, ¿qué?
El protagonista del poema, muy preocupado durante su encierro |
–Déjate de sueños,
me estoy rascando
las pelotas
–¡Papá!
–Ni papá ni leches.
Estoy en un ERTE
y yo estudié
en el instituto de mi barrio.
Entiendo muy bien a este padre y a este hijo, aunque sea mujer, huérfana y sin descendencia. Yo también estudié en el instituto de mi barrio y sé muy bien que, en ciertos momentos, uno no puede callarse las verdades. Lo mejor de todo es que creo reconocer al hombre de la foto, pero no revelaré su identidad.
ResponderEliminarP. Tarda
Soy vecino de esta familia, el hijo tiene ya cuarenta años, vaya, que el de la foto no es el padre que se rasca las p****, si no el hijo, el finolis que estudió en los Agustinos. Yo fui con él a clase, y decía tacos por doquier. Y ahora, va de fino...
ResponderEliminarR. Brut Otte
¡No puedo más!
ResponderEliminarAhora que comenzaba todo a mejorar aparecéis vosotros, con este poema tan imbécil, sin tacos pero con ordinarieces, y con total pasivo agresividad! Siempre fuiste lo peor seleccionando poemas, MIna Patuco, sobretodo cuando sabes muy bien que has recibido varios estos días, por debajo de la puerta, y no les has hecho ni caso, ni siquiera los mencionas! ¡Y no es que haya sido yo quien te haya mandado esos poemas, dignos de ganar un premio Pulitzer, no...! ¡si, yo no tengo nada que ver con eso!, sólo estoy seguro de que ha sido así. Porque te conozco.
Alejo Demasié
Querido Alejo, más que "alejado", te noto trastornado.
EliminarLos poemas a los que te refieres no alcanzaban la calidad requerida en este blog, a ver si vas a pensar que podemos ponernos a nivel de parvulario... Una pieza literaria, sea cual sea, en este blog, debe alcanzar niveles y grados muy altos en cuanto a varios aspectos, como son: novedad y atrevimiento; cercanía y lejanía (hasta rozar la mentira) con la realidad al mismo tiempo; mención de personajes extravagantes; ningún parecido con ninguna otra publicación anterior en ningún lugar del mundo (excepto con el texto de valores nutricionales de una bolsa de chetos al queso) y, sobretodo, seriedad y despiporre a partes iguales.
Espero que con estas pistas, a partir de ahora, me pases algo más decente por debajo de la puerta, querido amigo.
Tuya siempre:
Mina
Yo he descubierto en estos días que tengo un vecino con un diente de delante partido, como Mikel Erentxun. Cuando sale a aplaudir se le ve el huequito y le queda muy cuco, y lo mejor es que a veces silba por ahí, y parece un animador de discoteca, de lo bien que le queda. Si no fuera por que además le saco una cabeza, a lo mejor me planteaba pedirle salir.
ResponderEliminarRodrigo Rila
Este post me ha dejado muy preocupado. ¿El de la foto es el padre o el hijo? Si es el padre ¿Se ha lavado las manos después del cras cras? ¿Y la cacerola de las palomitas, la lava el hijo antes de manifestarse? Por favor, cumplamos las normas.
ResponderEliminarNaim Poluto