"Espinete, ¿te vienes a la panadería de Chema?"
Don Pimpón, 1985


9/22/2015

El rapto de Mina 2

Nunca sigo los consejos del panadero del barrio, que siempre me dice que vaya con la boca cerrada por si me entran moscas. Esta vez tuvo razón. Algo me entró por la boca cuando estaba a punto de llegar a una entrevista para una tienda de encurtidos orgánicos (la clínica podológica explotó, os contaré la historia en otro post). Noté enseguida que lo que creí que era un bicho, se me colaba por la garganta, y a partir de ahí no recuerdo más. Lo siguiente fue despertar en una horrible sala de estar, decorada con reproducciones a láser de cuadros conocidos, como la Gioconda, junto a otros desconocidos, como un retrato de Emilio Aragón. 
Cuadro de impresora láser sobre
canvas de plástico de Eugenio,
 colgado junto a un retrato del Greco. 
Aquello me azotó los sentidos y se mezcló con el temor de no saber dónde estaba ni por qué llevaba un albornoz de 1983, zapatillas de peluche con cara de San Bernardo, o que mis manos estuviesen amarradas detrás de la silla en que me habían sentado. 
"¡Mami!" grité, por si alguno de mis hermanos se estaba vengando por rencillas de la infancia. 
Comenzó a sonar la banda sonora de Grease estilo megamix, algo que quienes me conocen saben que me cabrea. 
Pensé en aquel barquillero al que le lancé la ruletita por los aires hace años. ¿Habría conseguido localizarme? También me vinieron a la cabeza un par de ex novios a los que tuve que rechazar porque querían hijos míos. A continuación aparecieron Ana Obregón y Belén Esteban y se pusieron a jugar a Miliquitubi delante mío, desafinando a tope. Y como guinda, ¡un mimo hacía el numerito de "atrapado en el cristal"!
A punto de sufrir un colapso nervioso, volví a mirar las paredes tratando de encontrar alivio para mis ojos. Esta vez me fijé en las Tres Gracias de Rubens junto a un retrato de Jorge Javier Vázquez en un paraje similar, pero desnudo y acuclillado haciendo la rana.
Sólo había dos posibilidades que se me ocurrían: o un grupo de artistas dadaístas trataba de hacer un collage con mi cerebro reventado, o Gavilán había vuelto a la carga.
"Loreto Tinoco" dije, "sé que estás ahí y que has sobrepasado la edad de jubilación". Entonces, unas manos como pasas de California me acercaron desde atrás un trapito con olor...
Desperté en casa, aún con el albornoz, las zapatillas de peluche y una nota escrita en un lienzo al óleo: "HABRA MAS". Gavilán sabe dónde vivo, conoce este blog, sabe de mi éxito como humorista de alterne, y no lo soporta. 
Identifícate Gavi, ¡hablemos!
Por cierto, la entrevista me la repiten mañana...

9/08/2015

ACTIVIDADES EXTRAESCOLARES

Una tal Epifania, vecina del barrio sesentona y algo lunática, me habló el otro día de una intérprete de animales con la que podríamos probar una sesión. "¿Una intérprete animal?" le dije, tratando de esquivarla a la salida del ascensor, "¿para qué?, ¡si soy alérgica!" "No tienes ni idea" me dijo rascándose la cabeza "he conseguido que el nieto de una amiga me pegue los piojos" soltó, como si aquello diese sentido a su propuesta. Mi careto seguía confundido. "¡Ellos podrán decirle a la intérprete qué demonios tengo en la cabeza! ¡Debo encontrarme a mí misma!" Era el colmo de la estupidez, pero sobretodo de la ingenuidad. "¿Estás de coña?" Tan de coña que me convenció para contagiarme los bichos y preparar los 50 euros para ver qué sabían de nosotras.
La intérprete era una chica modernaca a tope. Nos pidió que nos sacásemos un piojo cada una y los guardó en una pequeña urna de cristal con toque oriental. Luego colocó el piojo de mi vecina en un cristalito y lo puso en el microscopio. "Debo mirarles directamente a los ojos para comunicarme con ellos" nos dijo. "Pero qué coj..." empecé a decir al tiempo que Epifania me tapaba la boca. "Calla y espera. Ya en tu turno te quejas, magencia".
El piojo que chivó las
intimidades de Epifania
Después de veinte minutos en silencio viendo a la modernaza mirar por el micro como si fuese una científica poseída, ésta cogió una hoja y escribió como en trance muchas cosas. Dobló el papel, se lo dio a Epifania y le cobró los 50 pavos. "Ahora el tuyo" dijo. "Wait. Quiero ver lo que me espera" atajé. Desdoblé el papel de mi vecina antes de que ninguna de las dos pudiera intervenir y leí en alto:
"ESTA MUJER TIENE LA SANGRE VIEJUNA Y ALGO ESPESA. SE PASA LA VIDA PENSANDO EN QUE MODELO DE CONSOLADOR VA A PEDIRSE POR REYES Y..."
Epi me quitó el papel de inmediato. Nos quedamos sin habla, y la intérprete como diciendo "¿ves como funciona?" Pero Epi se puso el bolso hippi, como si no fuese con ella, y me dijo "vaya timo. Sólo ha conseguido sonsacarle un episodio de mi pasado al piojo de los cuyons. No me cansaré de hacer cursillos hasta saber exactamente quién soy". Eso me dio qué pensar. Gente desesperada por encontrar actividades originales a las que apuntarse, a cualquier precio. Aunque se ve que algo -algo- le había sonsacado la intérprete al piojo.