"Espinete, ¿te vienes a la panadería de Chema?"
Don Pimpón, 1985


10/26/2021

CARTELERA CULTURAL: PIERNAS ENSANGRENTADAS

Título: Piernas ensangrentadas
Género: erótico-festivo
Duración: lo que dura un kiki
Director: Rosa Lidorra y R. Gillette
Idioma: esperanto moderno
Reparto: Borja de Ante, Kati Jeritas, Tina Tural y Karra Surarte.
Guión original: Isabel Pantoja (la directora de cine, no la folclórica)
Banda sonora: Alaska y Víctor Manuel

Rosi Manrique lleva 40 años viviendo con sus padres y, tras el confinamiento, estos deciden largarse a vivir a Benidorm. Rosi no puede creer la suerte que tiene de comenzar a vivir sola tan joven y decide soltarse la melena y traer al fin un chico a casa para pasar un buen rato. 
Los padres de Rosi yendo a Benidorm
Los padres de Rosi saliendo
para Benidorm

El agraciado es Quino Aguirre, un antiguo compañero de oposición (a correos) al que de vez en cuando acompaña a entregar las cartas (ya que ella no aprobó). Rosi no se anda con rodeos y comienza una cadena de whatsapps ardientes como una bomba: "Ay que ver qué nombrecito tiene la de Arenal 14" "Ya me gustaría verte a ti si te hubiesen puesto Vanessa" "Uy, uy, las cosas que me dices, Quino" "No lo pillo" "Esta noche a mi casa" "¿Y eso? Tengo que prepararme los tuppers de la semana" "Me da lo mismo. Vente cuando acabes" "Oleré a cocido" "No importa" "Pero, ¿a qué voy a ir?" "Mambo number five".
Rosi se parte el pecho en el sofá de mimbre de sus padres viendo first dates y fantaseando con ir al programa mientras desconfía de que Quino vaya a aparecer, y se queda dormida con Carlos Sobera en la retina. 
A las 3 am suena el telefonillo. Es Quino. "Abre, Rosi, que subo". Rosi finge que es una anciana sin conocimiento, pero al ver que a Quino no le hace gracia, pulsa el botoncito mientras se da cuenta de que lleva una camiseta de Curro de la Expo'92 y que tiene las piernas como un oso. "Aprovecharé los ocho pisos de ascensor de Quino para pasarme la cuchilla" se dice astutamente.
Cuando abre, se ha depilado y posa sugerente con una sexy camiseta de Rick Ashley. Quino sonríe y, al pegarle un repaso con la mirada, sufre un mareo y exclama, señalando las piernas de Rosi con horror "ay, ay, pero, ¿qué te has hecho, tía?" Rosi no entiende nada hasta que descubre que las piernas le sangran chorros. "¡Ahí va, la que me he liado!"
Las piernas sangrantes de Rosi
momificadas con Scottex

La protagonista se emplasta las piernas de papel higiénico al estilo momia y limpia el riachuelo de sangre mientras Quino se tumba en el sofá con hielo en la cabeza. Rosi le dice, para que recupere el ánimo: "en el cuarto de mis padres hay un colchón muy apañado. Traigamos aquí el colchón, que ahí hay un crucifijo que no me mola nada". Un Quino aún aturdido y la momificada levantan el colchón de aquella manera y se hacen tal lío tratando de pasarlo por las tres puertas que lo separan del salón, que acaban aplastados por el mismo y encajonados en pleno pasillo.
"No sabía que era de agua" grita Quino sin aliento, peleando como un escarabajo bajo el matresse, "¡la madre que te trajo, Rosi!"
 Se hace un silencio sepulcral, solo ajado por la gata del vecino, que está en celo. Quino no respira, a ver si pasa el momentazo. "¡Con mi madre no te metas, que está en Benidorm!"
Quino llegando al portal
Este grito desgarrador es la clave de la película, que encierra todos los secretos y todas las segundas lecturas que uno le pueda hacer del film, que son muchísimas. Una música dramática, por lo menos de Víctor Manuel, termina de machacarnos mientras Quino consigue salir de debajo del colchón de aguas a rastras y huye lloriqueando, no sin antes pincharlo sin querer con el tirador de su bragueta, que nunca llegó a deslizarse a manos de aquella Rosi motivada, y provocando una hecatombe acuática que lo arrastra, divertidamente, los ocho pisos abajo, hasta el mismísimo portal.

"Un reflejo de la sociedad de folliamigos en que vivimos, que nunca funcionará". Telmo Jigatto, de COPE Nague.

"Indiscutiblemente esta historia pone en tela de juicio la seguridad de los colchones de agua". Marta Rada de la revista "Consumidor exigente"

"Cuando una mujer quiere echar un kiki, ni una depilación fallida ni un crucifijo cotilla pueden con ella". Almu Jerona, de Féminas determinadas.