Beltrán es un skater de 40 años que tiene el
síndrome de no-maduración o, lo que es lo mismo, miedo a que te llamen Señor.
Suele ir enseñando los calzones por arriba del pantalón y luciendo media
melena, y le encanta acudir a eventos culturales en la ciudad al estilo “swing
y concurso de engullir huevos crudos” o “grabación de un corto sobre perritos
monos”. Por todos estos méritos y por estar más perdido que Mick Jagger en el festival de Benidorm, decidí llevarle a la mansión de mimbre de mi prima Pili Grossa, que
acaba de convertir en el Bed and Breakfast más ligero de la ciudad.
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"Gavilán Palomo Picassiano",
obra resultante del brote artístico
a base de fruta y verdura del
Carrefour. 130x180cm. |
Aquella mañana Pili
tenía dos inquilinos: Charly, un rapero andaluz de diecinueve años a su paso
por la aventura más alucinanre de su vida: conocer Chinchón; y Rodrik, un galán
nórdico cuya dentadura era tan blanca como para utilizarla de bombilla si
saltaban los plomos. Ambos se acoplaron en el salón de Pili Grossa con
nosotros y participaron de una animada conversación que comenzó con el tema
“¿Recordáis a Concha Velasco presentando Viva 87 aquella nochevieja?” y terminó
con “¿qué hacer si a los 65 tengo piorrea y tienen que sacarme los piños?” Todo
fue, por tanto, muy bohemio: el ambiente, los temas, los altramuces, Pili
Grossa en bata de seda, Camela de fondo, Beltrán, Charly y Rodrick rodeándonos
y haciendo bulto… todo aquel halo me hizo entrar en erupción, ir a la cocina a
coger una lombarda fresca y yogur griego, esparcirlo por el suelo con
movimientos espasmódicos, agregar pétalos de un geranio medio muerto que
colgaba por el balcón, y gritar “cha, cha cháaaaaa” al mismo tiempo. Mis cuatro
acompañantes llamaron a Mari, la vecina del quinto, que es psicóloga y trabaja
en los servicios sociales. Tardé muy poco en recuperarme y me defraudó su
actuación, tan sensata, de llamar a Mari en lugar de participar en aquel brote
artístico irracional, especialmente por parte de Beltrán, que era mi invitado.
Mari me dio una pastillita mágica y me hizo comprender que tengo el estrés
propio del escritor que va a presentar su libro más descarado “prepara bien ese
acontecimiento y, por lo demás, déjate de gilipolleces”. Qué palabras tan
sabias…
¡Me encantan los brotes artísticos irracionales! Una mañana tuve uno y besé espontáneamente a una muchacha 20 años mayor que yo, que venía de misa. Antes, me había untado los labios con mermelada de albaricoque y después canté la Marsellesa a capela. Aquella muchacha es hoy mi peluquera, y me corta el pelo en el psiquiátrico donde resido, internado desde ese día. Soy muy feliz.
ResponderEliminarCon café:
Marshall Rodrigues
Ando muy despistada sobre cuál es el tema de este blog, y en concreto, de este post. Dudo de la veracidad de la información, y de que los personajes hayan existido alguna vez. Soy una persona empírica, exijo explicaciones.
ResponderEliminarCuqui Leal
Estimada Cuqui Leal: el verdadero significado, así como el sentido último de este blog, debes encontrarlo tú, y si para ello debes matricularte en CCC, hazlo. Todo en la vida sirve para algo. Te recomiendo contactes con uno de nuestros seguidores más fervientes, Alejo Demasié, a ver si él es capaz de contarte de qué va esto.
EliminarM.P.
Malditos seáis! Maldita seas, Mina Patuco!!! Deja de utilizar mi nombre, me pongo furioso cada vez que leo tantas gilipolleces, pero más aún cuando me nombras! Aaaaaarg! Ooooommmm! Esto es demasié! Me está costando esfuerzos y mucho dinero en especialistas olvidarme de este blog y de tanto chiflado! Cuando me encuentre con vosotros por la calle ya veréis, ya!
EliminarAlejo Demasié
Jajajaja, Alejo erwes la monda, de verwas. Siemprwe te querrwé. Cuqui, me das tu númerwo? Te dejarwé que utilices el empirwismo con mi cuewrpazow.
EliminarKevin Mesié (Londinense de adopciówn)
En 1987 me subí al árbol de casa de mi abuela en el barrio del Pilar. Desde allí arriba podía ver varias calles a la redonda, y la Vaguada, claro. Fue una experiencia muy motivadora. El chasco me lo llevé cuando pasó el hijo del Vecino Odiado (un vecino que tenía mi abuela que era viudo como ella y le tiraba los tejos sin éxito, y que era odiado en el barrio por llevar pantalones pasados de moda) que se llamaba como un rey Godo, y me dijo que no llevaba bragas, y que se me veía París. Yo por orgullo no le creí, aunque por lo fresca que me encontraba sabía que algo de razón tenía, el caso es que allí me quedé toda la tarde en plan orgullosa, recibiendo la visita de todos los chiquillos del barrio para comprobar lo que aseguraba Recesvinto.
ResponderEliminarDesde ese día pienso mucho en la ecología.
Atentamente:
Michi Chimola
Jajajaaaaaaaa Minaaaaaaaaa, lo has vuelto a hacer, estoy mareada de la risa floja que me entra cada vez que leo tus posts!!! Mil besos!!!
ResponderEliminarMarga Ritta
Me encanta volver a ver a Alejo Demasié por este foro, rabiando como siempre. Siempre le recordaré siendo llevado por la fuerza en directo al manicomio de Antequera.
ResponderEliminarPor mi parte, sigo viviendo en una población almeriense de menos de 1000 habitantes, y tengo una tienda de resinas. Si alguien necesita pegamento, que me avise
Coldo Loroso
Siempre que canto en la ducha una vecina me llama la atención con unos toquecitos a través de la pared. No sé si es que tiene el despacho justo al otro lado, pero el otro día no me callé, y la finolis de los toquecitos acabó aporreando la pared y llamándome bastard (lo pongo en inglés por si alguien es hipersensible a los insultos). Seguí cantando y ella se calmó. Al rato, cuando estaba enjabonándome el vello de algún lugar, noté un pinchazo en el pompis. Y otro, y cosquillas. Me dí la vuelta y comprobé que la finolis había hecho un microagujero en la pared y me estaba pinchando con un palillo de brocheta de pollo. Me entró la risa y a ella también, y apoveché para devolverle la bromita empujando a fondo el palillo gigante. Le salté un ojo. Al menos pude llevarla a urgencias y allí se lo recolocaron.
ResponderEliminarCuento todo esto para concienciar a la gente de que es peligroso cantar en la ducha, así como hacer agujeritos en la pared.
Pepe Queño
Madre mía. Sólo falta el ratón Pérez jugando al corro de la patata con Astraco en este foro!
ResponderEliminarViva Norma Duval.
Ana Rega Lizz