"Espinete, ¿te vienes a la panadería de Chema?"
Don Pimpón, 1985


3/09/2024

La cita circular con Stuart Wilson, el queso irlandés

Stuart, el queso irlandés, en COU
 Hace unas semanas contacté con Stuart Wilson. Mi prima Pili Grossa me dijo que había vuelto al país para dedicarse a criar ovejas y que estaba viviendo en Almagro, Ciudad Real. Stuart se puso contentísimo con mi llamada y me pidió que fuera a pasar el día al campo con él porque no podía dejar solas a sus ovejas. Claramente aquello era una cita porque, desde que vino a estudiar COU de intercambio hace veinte años, siempre nos habíamos gustado.

Me acicalé como nunca, recordando que le llamábamos "el queso irlandés" porque era apuesto y pelirrojo, aunque ambos adjetivos en principio sean opuestos, y me subí al tren de la mañana. El AVE iba lleno de gente dando palmas y armando barullo pero, al bajar en Ciudad Real, no había un alma ni una voz. Solo un tipo barbudo y cascado en un banco, con una enorme sudadera y pantalón de pana que no pegaban ni con cola. Al verme, dio un salto hasta mí. "¡Mina, Mina, Mina!" Pues parecía que era él, y me achuchó con desesperación. Me montó en una vieja vespino para irnos a sus tierras en Almagro, sin cascos ni nada, y, mientras me mantenía abrazada a él, busqué como loca en su cabellera castaña y canosa algún resquicio de pelo rojo, o alguna peca en su piel madura. Ni rastro. Solo su naricilla respingona me daba la pista de que era Stuart Wilson, el queso irlandés. 

Stuart en 2024, en la estación
de Ciudad Real

Después de una hora de paseo con sus ovejitas, que a penas nos permitían avanzar porque Stu les daba "chuches para perros" a cada paso, y ellas se lo sabían, nos fuimos a tomar algo a la plaza del pueblo. Mientras me contaba teorías sobre engordar a las merinas para sacar más lana, yo seguía buscando al viejo joven Stu entre la barba y el atuendo, y me daba cuenta de que oírle hablar me daba dolor de cabeza. Me agobié pensando que no tenía escapatoria y, sin saber cómo, me puse el móvil en el regazo y le envié este mensaje: 

ESTOY CON UNA CITA EN TU PUEBLO. RESCÁTAME. 

Al segundo se oyó un pitidito en su móvil y paró el monólogo, girándose para mirar disimuladamente y leer el mensaje que yo acababa de mandarle. "Me vas a perdonar, Mina, pero tengo que ir a socorrer a una amiga que está en apuros. Gracias por venir". Y se largó con viento fresco en su moto de pacotilla. Yo tuve el descaro de decirme en alto "qué sinvergüenza".


Al rato llegó él de nuevo, peinado para atrás, con la barba recortada y oliendo a jabón de Marsella, con otro atuendo más atinado. Abrió los brazos, nos besamos y me preguntó qué hacía allí. "No sabes bien, he quedado con un antiguo compi de instituto, uno que vino de intercambio. Desmejorado a tope, no callaba, y ahora le ha dado por ser pastor..." Comenzamos a recordar los tiempos del instituto y me llevó a un parque muy bonito y me contó que iba a clases de claqué. Trató de hacerme un pasito allí mismo, y al repiquetear los pies contra el suelo, se hizo un lío y se cayó de bruces. Tuve que levantarle con ayuda de dos mujeres de Cáritas que estaban con la hucha. Aquello fue demasiado y no me quedó otra que ponerle otro mensaje de socorro. Él lo miró a escondidas y se largó de nuevo para volver vestido de escalador, con bigote. Le conté todo lo ocurrido y me llevó al monte, donde me enseñó a hacer los nudos de escalada más importantes y cómo ponerme los pies de gato. A la media hora me dolía la cabeza con tanta teoría e hice de nuevo la jugada. Y otra. Y otra más. Él apareció vestido de hombre de negocios, en otra ocasión me presentó a su abuela, y en otra se plantó allí con un autocar lleno de jubilados. Consiguió aburrirme todas las veces y al final tuve que llamar al panadero de debajo de casa y decirle que me sacara de Almagro y de la provincia de Ciudad Real. Aquella cita circular me afectó seriamente porque el Stu de mis sueños era claramente el de mis sueños, y aquel Stu y todas sus versiones, no. Y el panadero, aunque se lo curró aquel día, tampoco. 

Stu, en su última versión,
como conductor de autocares Julià

4 comentarios:

  1. Vaya, Mina, qué casualidad. Te libras de un pastor y te mofas de un panadero...yo llamaría a eso ser una pécora. Con P y con C. No tengo nada más que decir (solo saludar a la tía Milagros, ya que estoy aquí)
    Marcus Cús

    ResponderEliminar
  2. Hace 17 años fui a clase con una chica cántabra llamada Betty. Mantuve y alimenté nuestra amistad solo porque quería encontrar explicación a aquel nombre tan fuera de lugar. Ella nunca soltó prenda. Siempre cambiaba de tema si le decía "vaya con tu nombre" o "vaya, vaya, así que Betty"... Al final abandoné su amistad porque no sacaba nada en claro. Años más tarde supe que era una gran farsa. Se llamaba Amelia y lo de Betty era un invento para mantener a los chicos interesados. La llamé por teléfono para cantarle las cuarenta y solicitar el dinero de vuelta de varias tardes que la había invitado al Burger. Su madre gestionaba las devoluciones de dinero de los chicos intrigados y engañados, pero a mí me lo denegó porque no guardé los tickets. Pedí hablar con el mandamás, pero me dijo que era ella, y que siguiera soñando despierto. Me dio un ataque de rabia y corrí por el Paseo de las Delicias desnudo con una pintada en mi espalda y pecho: Betty, no eres más que Amelia. Las gentes se asomaban a las ventanas y los porteros me silbaban. Varios coches casi me atropellan y pronto me llevaron arrestado. Sentí que me había vengado y, desde aquel día (hace tres semanas), no he vuelto a pensar en Betty, la cántabra.
    Inocencio Tanin Genuo

    ResponderEliminar
  3. En 1996 había un garito en Malasaña llamado American Pie. Si alguien lo recuerda, que me ponga un privado, porque puede que nos hayamos enrollado alguna vez. Me enrollé con un total de 347 tías y dos chicos que se me colaron por error. Quiero retomar la relación con cualquiera de mis rollos. Atentamente
    J. Lentoso

    ResponderEliminar
  4. Si un guiri se hace pastor, el mundo se vuelve tarumba. Pero si un pastor baila claqué, apaga y vámonos.
    Patri Naranjus

    ResponderEliminar