Título: Caray con Carey
Género: drama dantesco
Duración: no le pusieron “la historia interminable” porque el título ya estaba cogido, para que se hagan una idea.
Director: Rosa León
Productora: Mitte Taza S.A.
Idioma: latín
Actores: Kiki Lazo como Loli, Massiel interpretando a Mariah Carey, Puri Perlier como madre de Loli, Jordi Hurtado como detective, Miki Ríos como abogado y Mickey Mouse como Bon Jovi.
Argumento: Loli es una niña normal que crece en los años 80, siendo fan de Enrique y Ana y el cocoguagua.
En su adolescencia de principios de los 90, Loli decide hacerse heavy de las de pelo cardatti y pantalones apretados, cinta en la cabeza y Iron Maiden a todo trapo. Pósters de Bon Jovi con flequillo de palmerita, Poison, Megadeth, Sepultura, Scorpions y Europe, inundan las paredes su habitación, destronando a Enrique y Ana y a Pancho, de Verano azul.
La madre de Loli lo lleva fatal. Ella creció con Fórmula Quinta y es fan de una joven Mariah Carey y de Whitney Houston.
Una mañana, Loli se levanta para ir al tuto y no encuentra el colacao caliente habitual ni las galletas campurrianas. Su padre le cuenta que su madre ha ingresado en un convento porque no soporta más a Metallica, y que se ha ido para no volver. Loli se siente tan culpable que arranca los pósters y comienza a escuchar a Mariah Carey en honor a su querida madre, a quien echa de menos muchísimo. Su padre no sabe freír un huevo, ni el precio de los tampax.
La madre de Loli, petrificada
al ver a su hija, detrás de
la hogaza de masa madre.
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Es el presente y, ya con 38 años, Loli se entera por casualidad de que en realidad su madre huyó con el panadero porque no soportaba a su padre, que era un inútil. Loli corta relaciones con su padre y busca un potente detective para ayudarle a encontrar a su madre. Cuando al fin la encuentra, vendiendo pan ecológico en Lavapiés, Loli saca un abogado del coche para reclamarle un millón de euros por los daños derivados de escuchar a Maríah Carey durante más de dos décadas, que se dice pronto.
El juicio se las trae pero, al escuchar las canciones, el jurado entiende que la madre debe pagar a su hija la cantidad solicitada. Sólo así, al fin, madre e hija se perdonan.
Compleja e intrincada, la intriga se mantiene hasta el último minuto, en que la madre aparece por sorpresa, tras unos panes de hogaza de masa "madre", lo cual no deja de ser una ironía.