"Espinete, ¿te vienes a la panadería de Chema?"
Don Pimpón, 1985


11/11/2010

A ver si va a ser eso...

Llevo años oyendo a mi prima Pili Grossa, la de la ebanistería que se incendió, alardear de sus clases de yoga. Cómo se volvió más elástica, “soy como una pelota de goma, como una muñeca hinchable de PVC”, nos decía mientras alcanzaba un salero con uno de sus pies en un restaurante oriental cuando comíamos a ras del suelo. Pili insistió en los beneficios de este arte, pero por falta de tiempo (ya bastante una tiene con ir a misa una vez al año) y de pasta (no de la que se come), ésta que escribe no ha pasado aún por las famosas clases.

Sin embargo, este año he visto cómo desfilaban ante mis ojos amigas y amigos, familiares de diversas índoles y condiciones, vecinas ancianas, hasta el frutero, camino a las clases de yoga. “Esto me está haciendo mucho bien”, me comentan, mientras además uno descubre vínculos con personajes de aquí y allá sólo a través de la academia Limbo, la academia Nirvana, o el estudio Shana Shana de la calle Alibustre. No me sorprendería que la mismísima Gavilán Palomo anduviese por ahí tratando de reforzar su delantera centenaria.

Madrid y sus madrileños caen como chinches, se pirran por el yoga, hacen nudos con su cuerpo y hasta con sus miembros, y mi amigo Rají va y se forra. Mientras, yo me resisto ¿por qué, digo yo? Y claro, aún tengo líos en la cabeza, dolores en la espalda, y preguntas sobre mi futuro.

4 comentarios:

  1. Pues chata, ya lo sabes. No tienes más que probarlo, no volverás a ser la misma.

    Bony M.

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  2. Sin duda tu curiosidad de intrépida investigadora a la par que cotilla reportera te llevará a experimentar en tus propias entrañas (por no decir carnes) la experiencia mágico-galáctica de la torsión-estiramiento-prana que te brinda el yoga, donde los milagros se suceden si estás dispuesto a creer en ellos.
    Por otro lado, la ventaja de ser una muñeca hinchable es que te conviertes en objeto de deseo de todos los hombres...

    P.G.
    Madereras Asociadas OM,S.L.

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  3. Eso último que has dicho me interesa enormemente... Me llamo Francisco y quiero ser muñeco, pero no hinchable, si no muñeco de feria. SIempre quise ir con los feriantes de pueblo en pueblo, pero nunca me dejaron porque llevo gafas y no quieren discapacitados de ese tipo. Si consiguiese hacerme pasar por muñeco, otro gallo cantaria. QUietecito, y a esperar a que le toque a alguien mientras hago mias con la chochona... Un sueño que puede materializarse!
    Fran Javier

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  4. FranJa, yo conseguí mis objetivos con mucho sudor y esfuerzo...te recomiendo una operación de la vista (ahora hay grandes ofertas con la crisis) y tu vida puede cambiar de un día para otro. Puede que pierdas el aire intelectual que te imagino pero puedes presentarte a uno de los casting habituales que organiza Jose Luis Moreno y saltar a la fama en el especial de Nochevieja.
    Mucha suerte (de corazón).

    Macario.

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