"Espinete, ¿te vienes a la panadería de Chema?"
Don Pimpón, 1985


10/16/2017

Josito, el eterno farsante

Antes de salir de veraneo recibí una llamada de Josito, ese excompañero del único trabajo normal que he tenido nunca (un trabajo que consistía en inventar fórmulas para hacer ricas a compañías de las que yo, personalmente, no iba a recibir nunca ni un duro, pero de las que mis jefes sí percibían un pellizco). 
Josito poniendo cara de idiota en un
intento de parecer inglés en la oficina
Ahora Josito es un súper creativo y trabaja desde hace años en una agencia de publicidad internacional que es la monda y ha hecho campañas publicitarias con las que uno desea comprar cosas que nunca nadie hubiese imaginado que iba a querer comprar. Lo que no saben sus jefazos yankis es que no tiene ni puñetera idea de hablar inglés y que lleva años haciéndoles creer que sí sabe, pero  no entiende ni papa, ni how are you, ni chewing gum, ni siquiera chicken. Sin embargo, es tan creativo, tan habilidoso para lo que quiere, tan pillo, tan español, por así decirlo, que les tiene engañados. Ha aprendido a asentir leyendo sus gestos y no escuchando sus palabras, a decir que no con acento amerwicano (porque NO es la misma palabra en ambos idiomas) cuando ve que así se quedan serios y le dejan en paz; ha aprendido a usar google translator para las campañas con total maestría e, incluso, es capaz de pagar a un sobrino que tiene, de vez en cuando, para que le revise los textos. El mismo sobrino ha llegado a grabar presentaciones en audio con las que Josito hace playback en las reuniones, y la gente queda encantada. Les dice a la cara que hace playback porque es muy creativo y muy vanguardista y que Andy Warhol ya lo hizo en alguna rueda de prensa con vinilos grabados con la voz de su asistenta. La anécdota de Warhol les tiene enamorados y ha llegado incluso hasta la prensa a través del boca a boca, sin haberse preocupado nadie de desmentirlo. Cuando Josito se ve en un callejón sin salida, por ejemplo con el Presidente del Grupo de visita que se acerca a su mesa y le dice algo como "Man, your work is really impressive", Josito no tiene otra que ponerse ladrar "guau guau" y el otro se parte de risa atónito ante esa creatividad innata y ese poder para sorprender, tal y como la mayoría de publicitarios quieren conseguir con sus anuncios. Josito llegó a pagar a un amigo suyo cirujano para que le extirpara el apéndice un 20 de diciembre para no tener que ir aquel fin de semana de fiesta de navidad a Londres.Es muy astuto. Pero a la vez, vive cagado y temeroso de ser descubierto, y siempre me ha dicho que quiere que le enseñe a hablar la lengua de Edgar Allan Poe con urgencia. Él lo ha intentado en un millón de academias, con profes particulares, incluso en vacaciones, en lugar de irse a Ibiza como dice en la oficina, se larga a Dover para ver si aprende algo. Por eso siempre vuelve blanco como la leche. Y sin saber nada. "Es inevitable, siempre me junto con italianos" me dice rascándose el sarpullido de las manos. 

Josito traduciendo todas las
canciones de los Beatles este
verano, incluyendo Hey Bulldog.
Me llamó a principios de verano con aquella fe ciega en mí que nunca he entendido "tu estilo absurdo es lo único que no he probado, Mina. A mí ya no me salva ni Vaughan..." Hubiera sido genial haber sacado una varita mágica (una de las boquillas largas para cigarros de mi abuela) y haberle convertido en el chico moderno de hoy en día, que sabe defenderse en inglés con ese acentaco español irremediable. Pero yo no tenía armas, ni pedagogía, ni sabía más allá de las palabras con las que conquisté al Pipas en Mirroque de Mar en 1999 "are we going to the beach?" Sólo tenía ocho pavos en el bolsillo y un bar de viejos muy cerca, así que nos los pulimos sobre el barril de cerveza que hacía de mesita en la calle, le bajé de Internet la discografía de los Beatles y le dije que traducir aquellas ocho mil canciones seguro que le ayudaba a saber más de lo que nunca hubiese imaginado.

Josito sigue sin saber inglés y sin enterarse de nada, pero ahora va de sobrado y les lanza cosas como "I feel fine" si le dicen qué tal, "yestarday" si le preguntan cuándo ha llegado el jefe, a quien por cierto llama Honey Pie, o "here comes the sun" cuando pasa una rubia. 

3 comentarios:

  1. Por favor, pero si yo conozco a varios Jositos, vamos, yo misma soy uno de ellos. Yes, yes, very well, chumorrou, chumorrou, y con esos tres grupos de palabras he conseguido llegar a International Manager de una consultora muy famosa cuyo nombre no puedo revelar más que con dos copas de más. Josito representa a la generación Espinete de este país, y a mí me encantan los batidos de coco y piña.
    Te quiere:
    Rosalía Laparda

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  2. Es una verguenza que se airee la vida privada del tal Josito, que tiene derecho a permanecer en el anonimato. No me gustaría por ejemplo que un amigo mío escribiese una columna sobre que llevo dentadura postiza desde que se me cayeron los dientes a los 32, o sobre otros secretos míos, como que me afeito el pecho. Este blog parece el Teleindiscreta.
    Curra Pardo
    Galileo 12, Madrid

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  3. Ufff. Cada vez hay más jositos en las empresas, ya no hay reuniones hay "briefing",se comen un "brownie", tienen "conference call". No quiero faltar el respeto,pero son unos hijos de puta.
    Vicente Nario

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