"Espinete, ¿te vienes a la panadería de Chema?"
Don Pimpón, 1985


1/14/2017

Poema inverosímil

Amaranto es un amigo nuevo que me he hecho. Es poeta y asesor fiscal, y el tipo no ha superado cumplir los cincuenta, tiene una espinita clavada de los 80 o así, que le hace empeñarse en cosas como las que él mismo expresa en el siguiente poema:

Fas fas fas
¿quién anda ahí?
¿Ratones?
Nadie responde.
Silencio
y la voz del vendedor de lotería
entrando por la ventana
¡de la once para hoy!
Frisky frisky frisky
¿Cómo? ¿Qué sucede?
¿Es acaso la vecina espiando?
Silencio de nuevo,
canturreo Camela porque puedo
y nadie me oye.
Ñi ñaaaac  ñi ñaaaaaac
busco como asustado,
¿es una señal divina?
¿Debo engrasar las puertas?
Comienzo a sudar
y llaman al timbre,
cu-cúu me dice Roldán,
el portero,
al otro lado.
Al correr a abrirle
otro ruido me persigue:
Chíiiiiiiis chíiiiiiis.
–Roldán, Roldán, ¿oyes eso? 
Viene como de por aquí abajo...
Roldán me mira las piernas
y el empaquetado,
y responde
con su acento de Segovia:
–¡Pero cómo no van a sonar 
esos pantalones de cuerazo
que te aprietan que estás morao?
Adiós, sueño
              de mi vida...
y una pregunta bucólica
queda en el aire:
¿cómo lo hacía
                        Miguelito
                                    Ríos?
El cuerpo de Amaranto embutido en los pantalones,
mientras éste busca por toda la casa la procedencia
del chirrido que hacen sus pantacas de cuerazo
friccionando.


3 comentarios:

  1. en una ocasión me compré unos pamtalones de polipiel en el Rastro. Parecían de mi talla, así que me los puse en mi primera cita con el que es hoy mi naturópata (nunca llegamos a nada). Me sacó de farra y yo ya notaba que de cintura para abajo aquello parecía un horno de pollos asados. Él quería bailar y yo le rogaba que estuviéramos quietos porque iba a desmayarme del asado corporal. Al final ya en su apartamento le confesé que necesitaba quitármelos por el bien de mi salud y él se prestó voluntario para desincrustarlos. Fue una hora de tira y tira y al final tuvo que cortarlos con tijeras de poda. Qué había pasado? Alguna vez habéis visto un humano mitad humano mitad patas de pollo?? Se me habían consumido las piernas, y refrito y dorado la piel! Olía a comida incluso! Por miedo a que él me comiese sin querer una patita, me fui a casa cacareando!
    Olga Llina

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo siento, Olga, el cuero es incómodo, pero polipiel... ¿en qué estarías pensando?

      Eliminar
  2. Olga, pantalones es con N, se ve que no sabes nada de ortografía básica. Siento mucho lo de tus patas de pollo, yo tengo buenas piernas pero sin embargo soy un callo de hombre, y eso me ha causado muchos problemas, como leer este blog. Independientemente de todo lo que acabo de comentaros, vendo crudités de verduras con su salsa de yogur, a domicilio. Si alguien está interesado, por favor que me ponga un privado, pero recordad: soy un chico feo, luego no quiero sorpresas.
    Lemúr MorFeo

    ResponderEliminar