"Espinete, ¿te vienes a la panadería de Chema?"
Don Pimpón, 1985


1/24/2017

El DJ de la fiesta de C.P.

La madre de los niños a los que cuido, C.P., me invitó la semana pasada a su fiesta de 40 cumpleaños. Quise escaquearme diciéndole que yo cuidaría de sus hijos, pero me dijo que había contratado a otra niñera, creo que lo hacía para rebajar la media de edad de la fiesta, así que no me quedó otra.  
Rick, en uno de sus momentazos de la noche
Como imaginé que sería una fiesta de papis con gente démodé, me puse una camiseta sosa, un pantalón suelto, y unas bailarinas doradas que encontré una vez junto a un contenedor, pensando en darle a mi look un toque festivo.  Cuando llegué al local que habían alquilado (un garaje del barrio), me sentí como Marty McFly llegando a 1955, pero en mi caso, lo hacía a los 80: había más hombreras en aquellos 150 metros cuadrados, que en Galerías Preciados en 1985. Varios pelos leonescos bien enlacados dirigieron sus miradas hacia mí con reproche porque estaba "out", pero al menos era la más joven, y superé aquel ridículo en los 3 segundos que tardé en encontrar unos pechos caídos mal disimulados.

M, el marido de C, mi jefe, ya sabéis, el que me había visto hacía unos días corriendo medio desnuda por el descansillo, se acercó con una copa gigante llena de ginebra y frambuesas, y me dio la bienvenida con cara de haberse bebido ya unas cuantas antes. C., su mujer, estaba en medio de la pista, bailando a Tino Casal, con sus colegas alrededor palmeando y dando ánimos. Pero al acercarme, descubrí que a quien palmeaba el corrillo en realidad, era a un tipo de figura gallinácea, con micrófono en mano, que cantaba y bailaba algo desacompasado... me recordaba a Power Ranger (si no has leído Gavilán Palomo, la novela, ya estás tardando), pero no era él. Era EL PINCHA del guateque. Llevaba camisa retro con medio pecho al aire y Stan Smith blancas, y realmente él era el protagonista de aquella fiesta. 
Delicioso churrasco de ternera, que
recuerda al olor que dejó Rick después
de su numerito con el mechero.
Volvió a su sitio y a continuación puso a los Panchos mientras la multitud vitoreaba moviendo las caderas frente a él. Decidí hacerme con una de esas copas-grial y tratar de bailar aquello si no quería pegarme un tiro en frente de todos. Varios moscones cuarentones se me acercaron, pero los alejé gracias a que imito perfectamente a Massiel bailando, y eso no lo aguanta nadie. De pronto, el DJ de nuevo cogió el micrófono y dijo: "yupi, chicos. Soy Rick, vuestro DJ de la noche, y vamos a liarla parda" y a continuación se puso a cantar Dire Straits como si se tratase de los Sex Pistols. Aquello se desmadró, mezcló horriblemente Raffaella Carrá con la Creedence, Azúcar Moreno con los Beatles, Chimo Bayo con Ramones y Junco, y Camela con los Pixies y Sara Montiel... y cada canción tenía su sorpresa: que si me cuelgo de los fluorescentes del techo, que si hago un calvo, que si morreo a la del cumpleaños para sellar la canción... A todo esto, la policía se acercó varias veces a decir que bajaran el volúmen, y cuando mi jefe se acercaba a bajar su mesa de mezclas, Rick volvía a subirlo cuatro veces más con una sonrisa burlona y a varias copas de distancia de cualquier ser humano limitado. Cuando todo el mundo comenzaba a estar un poco hasta los cuyons de él, porque había entrado en una espiral de canciones de la Trinca, se le ocurrió encender un mechero como si la melodía fuese de balada, y se incendió sin querer la melena y las cejas, empeorándolo con un intento de apagado a base de Jack Daniel's. Se quedó calvo como un pollo pelado, y vino la ambulancia para llevarle al hospital al pobre con todo el cuero cabelludo al rojo vivo, pero él seguía cantando a Peret y moviéndose como una gallina, y oímos que el médico le susurraba al camillero que pusiesen rumbo al manicomio de Guadarrama directamente. 
La fiesta se quedó en nada sin él, y yo he aprendido una valiosa lección: si quieres triunfar en una fiesta realmente carca, vuelve a los 80. 

4 comentarios:

  1. Estuve allí y todo es real, escepto que mis pechos estén en decadencia, por supuesto... exijo responsabilidades

    T. Tasca Idas

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  2. Tengo pruebas de que este blog es una gran farsa. ¿Quién celebra una fiesta en un garaje? ¿Quién se viste de los 80 en una fiesta de 40 cumpleaños? ¿Quién escucha Junco?

    Roque Frío

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  3. Excepto es con X querida T. Tasca Idas. Yo no le pongo peros a nada...
    Malcon Formado

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  4. Recuerdo algo parecido en 1996, una fiesta del cole en la que los invitados de 17 trataban de vestirse como cuarentones... Viva Salomé

    Nacha Chamorro

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