"Espinete, ¿te vienes a la panadería de Chema?"
Don Pimpón, 1985


4/09/2015

CARTELERA CULTURAL: Alfreda, una persona grandilocuente

Título: Alfreda, una persona grandilocuente
Género: pedante
Director: Un concursante de Operación Triunfo del 2002  que no quiere desvelar su identidad. O lo que es lo mismo: anónimo.
Duración: Misa y media
Actores: Mily NIeto, Millán Salcedo, Ramón María del Valle Inclán (no el escritor, si no otro).
Actores secundarios: Jordi hurtado y José Coronado

Alfreda, la mujer de un cerrajero, lleva una vida estresada entre su trabajo en una ferretería, los horarios de su marido, y la música de acordeón de una señora que toca debajo de su casa a todas horas.

Un día, por accidente, a Alfreda se le cae una maceta de la ventana y la acordeonista gaditana fallece al instante. Alfreda se lleva un gran disgusto, a pesar de que por otro lado, supone un alivio. Ante el temor de que le acusen de asesinato con premeditación, y habiendo odiado su nombre de toda la vida, Alfreda hace un hatillo con una sábana de franela y un selfiestick y se marcha a vivir a Soria. Allí comienza una nueva vida como mujer soltera, atractiva, que no sabe nada de productos de ferretería, y bajo el seductor nombre de Marianela.
Durante casi toda la película la nueva Alfreda se reinventa y vive feliz sirviendo tés en un café del centro durante las mañanas y participando en tertulias culturales por las tardes, donde utiliza lenguajes pedantes y grandilocuentes con los que nunca antes se había atrevido. Los problemas comienzan cuando su nueva amiga soriana le cotillea el DNI en un despiste y descubre que el nombre Alfreda existe, y que le corresponde a la pedante de su amiga. No tarda en encontrar al marido cerrajero ni en enterarse del asesinato que Marianela lleva a cuestas.

El Cerrajero en el momento
de caerle la maceta, cuando aún
no es muy consciente de que
el pobre ha muerto
La película llega a su clímax cuando el marido le ruega que vuelva de rodillas, gritando su nombre desde debajo de su ventana, y mostrándole un papel del juez en el que se sentencia que la maceta cayó por accidente y que no irá a prisión.  Entonces Alfreda, con su nuevo lenguaje grandilocuente, le contesta a gritos: “¡no tengo intención alguna, querido cónyuge, de volver a tu lado a pesar de que me hayan declarado inocente!” y añade “¡olvídate de Alfreda, porque esta que te habla desde lo alto es Marianela, como la de Galdós!”. Entonces, en un descuido, Alfreda le da un codazo a una maceta llena de piedras de río y el cerrajero muere en el acto.

Crítica:
“Es una película alegre y atroz al mismo tiempo, simplona y grandilocuente, como su propio nombre indica”  Leticia Sabater.

“Una pedantería del siglo XXI”  The Villaverde Post.

“El gran milagro de la película es que hayan conseguido que los personajes no se rían al decir el nombre de la protagonista: Alfreda” Kati Muñoz, Diario Espejito Espejito

“Antes me como un churrasco con veneno que tragarme de nuevo las escenas de la pedante Marianela en las tertulias de la sobremesa soriana.Eso lleva más de la mitad de la película.” Quino Fénix


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